
¿Estás cansado de ver borroso, de que se te empañen las gafas en días de lluvia, de que tus ojos se irriten con las lentillas?, este artículo te puede ayudar a mejorar tu visión o a ver las cosas desde otro “punto de vista”. ¡Dime cómo ves y te diré quién eres!
¿Es posible dejar de llevar gafas o lentillas? ¿Puedo mejorar mi vista de manera natural? ¿Existe alguna relación entre mi forma de ver la vida y mi miopía, astigmatismo o presbicia? ¿Utilizamos las gafas para escondernos de una realidad que no queremos ver?…
La visión de una persona es una metáfora del modo en que ve el mundo y de su propio estado de conciencia. Lo que más altera la vista es la tensión, la pre-ocupación, la inseguridad, el miedo, la ira y una excesiva necesidad de control.
La disminución de nuestra visión suele producirse cuando experimentamos un estrés que nos sobrepasa. Entonces dejamos de ver con claridad, tanto literal como figuradamente. Cuando este estrés se intensifica o se prolonga por demasiado tiempo, los músculos de los ojos que soportan estas tensiones pueden “congelarse” temporalmente, deformando el globo ocular y manteniéndolo en un estado de fuera de foco, deformando también así, la información que a través del nervio óptico llega al cerebro, que es el que realmente “ve”.
Puesto que las tensiones de estos músculos corresponden a tensiones en la conciencia de la persona, si ésta se calma, si comprende la fuente de su desequilibrio y libera tensiones, estos músculos pueden relajarse permitiendo recuperar la visión. Para conseguirlo se utilizan técnicas de relajación y ejercicios oculares de Hata Yoga , similares a los que los optometristas llaman “entrenamiento de la motilidad”.
Recibimos una educación en la que aprendemos a reprimir nuestras emociones, a controlar los impulsos, a aparentar, a sonreír cuando estamos tristes, a mirar hacia otro lado… Nada extraño pues que escondamos el polvo debajo de la alfombra y que delante de una situación que nos desborda, corramos un tupido velo y nos pongamos unas gafas para ver más claro.
¿No sería mejor iniciar un viaje al interior de uno mismo para descubrir cuáles son las razones que nos han llevado a experimentar un síntoma?
Tal vez descubramos que un miope suele ser un personaje tímido, introvertido, que vive la vida con preocupación y miedo al futuro; o al contrario, sumamente extrovertido, con un mismo objetivo: mantener el mundo a distancia.
O que una persona con astigmatismo anda un tanto desorientada, sin saber muy bien lo que quiere pero aceptando los valores de los demás…
O que la presbicia o “vista cansada” suele aparecer en una edad en la que hacemos balance de nuestra vida, nos hacemos reproches por aquello que hicimos o no hicimos y cuando miramos hacia el futuro, nos invade esa sensación de que nos hacemos viejos, de que «es demasiado tarde» de que no ya queda tiempo…
Algunos ejercicios que puedes hacer para mejorar tu vista:
Ama tus ojos
Mira tus ojos en un espejo y diles en voz alta: Os amo y siempre os amaré, ¡siempre!.
Aunque parece muy sencillo, los resultados son espectaculares cuando se es constante.
Regálate 15 minutos al día
Sentado, sin hacer nada, ¡cuantos menos pensamientos, mejor! , como ejercicio de disciplina y relajación mental. Si crees que estás perdiendo el tiempo, recuerda a Isaac Newton y cómo descubrió la fuerza de gravedad. El estrés afecta la visión, la relajación la mejora.
Ejercicios de Hata Yoga
Cúbrete con las palmas (dejándolas un poco cóncavas) los ojos cerrados e imagina que estás viendo un color cada vez más negro.
Retira las manos y abre los ojos. Sin mover la cabeza mueve los ojos 5 veces hacia arriba y 5 hacia abajo.
Cúbrete con las palmas los ojos cerrados durante un minuto e imagina que estás viendo un color cada vez más negro.
Retira las manos y abre los ojos sin tratar de enfocarlos. Sin mover la cabeza mueve los ojos 5 veces hacia la derecha y 5 a la izquierda.
Repite la operación anterior y esta vez mueve los ojos en diagonal en ambas direcciones.
Repite con los ojos en círculo hacia la derecha y de nuevo con los ojos en círculo a la izquierda. Practica este ejercicio una vez al día hasta que la visión sea más clara.
Los desórdenes de visión están relacionados con nuestra manera de ver el mundo, así que una pequeña variación de nuestra perspectiva nos ayudará a mejorar.
Carme Llimargas